lunes, 23 de marzo de 2009

"Si", de Rudyard Kipling


Les dejo un poema conocidísimo a nivel mundial de este masón excepcional, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1907 (el primer británico y el más joven en recibirlo hasta ahora)

Sus pinceladas literarias son como juegos pirotécnicos que explotan en nuestro corazón y cuyas chispas van muriendo en nuestros ojos deleitados...

Les doy mi sincero consejo de leer aparte, una de sus obras, titulada "El libro de la selva", de la cual podemos aprender mucho, con un poco de imaginación y apertura del alma.

A continuación, un poema que representa la virtud del que ha aprendido a ser hombre, y así mismo una gran mujer: "Si", en su idioma original: "If"...Disfrútenlo...Enjoy it! Observen bien la imagen que precede al texto...


"SI"

Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor

todos la pierden y te echan la culpa;

si puedes confiar en tí mismo cuando los demás dudan de ti,

pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda;

si puedes esperar y no cansarte de la espera,

o siendo engañado por los que te rodean, no pagar con mentiras,

o siendo odiado no dar cabida al odio,

y no obstante no parecer demasiado bueno, ni hablar con demasiada sabiduria...


Si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen;

si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;

si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso (desastre)

y tratar a estos dos impostores de la misma manera;

si puedes soportar el escuchar la verdad que has dicho:

tergiversada por bribones para hacer una trampa para los necios,

o contemplar destrozadas las cosas a las que habías dedicado tu vida

y agacharte y reconstruirlas con las herramientas desgastadas...


Si puedes hacer un hato con todos tus triunfos

y arriesgarlo todo de una vez a una sola carta,

y perder, y comenzar de nuevo por el principio

y no dejar de escapar nunca una palabra sobre tu pérdida;

y si puedes obligar a tu corazón, a tus nervios y a tus músculos

a servirte en tu camino mucho después de que hayan perdido su fuerza,

excepto La Voluntad que les dice "!Continuad!".


Si puedes hablar con la multitud y perseverar en la virtud

o caminar entre Reyes y no cambiar tu manera de ser;

si ni los enemigos ni los buenos amigos pueden dañarte,

si todos los hombres cuentan contigo pero ninguno demasiado;

si puedes emplear el inexorable minuto

recorriendo una distancia que valga los sesenta segundos

tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,

y lo que es más, serás un hombre, hijo mío.